jueves, 29 de julio de 2010

La mujer es más sensible a los efectos adversos del estrés

Desde hace varias décadas se sabe que las mujeres sufren más depresión, ansiedad y estrés postraumático que los varones, pero hasta hace poco no se conocía la causa exacta de esta diferencia.

La neurocientífica Rita J Valentino y su equipo del Hospital Infantil de Filadelfia (Estados Unidos) han investigado en animales de laboratorio a qué se debe que el hombre y la mujer respondan de forma diferentes a estímulos estresantes. En el estudio utilizaron ratas de laboratorio a las que expusieron a una prueba de natación forzada y analizaron cómo se comportaba su cerebro. Estos investigadores observaron que había zonas del sistema nervioso que respondían de forma diferente en ratones hembras que en ratones macho. Sus conclusiones pueden ser extrapolables a los seres humanos.

Hormonas involucradas en el estrés

La hormona corticotropina o adrenocorticotropa (ACTH) es una hormona que participa en la respuesta al estrés, se podría decir que es el concertino del estrés. Esta hormona es producida en la hipófisis, viaja por el torrente circulatorio y a nivel de la glándula suprarrenal estimula la liberación de cortisol -la hormona del estrés-y andrógenos - hormonas sexuales masculinas-.

Cualquier situación que genere estrés para nuestro organismo (hambre, cansancio, dolor, temor, fiebre, emociones, peligro inminente…) la hipófisis aumenta la liberación de ACTH hacia la sangre lo cual provoca que haya grandes cantidades de cortisol en sangre.

Ahora bien, ¿de qué depende la secreción de ACTH? ¿Qué es lo que regula la producción de esta hormona? Para que la ACTH sea producida en la hipófisis se necesita, entre otros factores, que sobre esta glándula actúe una hormona llamada estímulo del factor hipotalámico estimulante de la corticotropina (CRF), una sustancia que es liberada a nivel del hipotálamo.

Cuanto mayor sea el número de receptores para la CRF que tenga la hipófisis o mayor sea la cantidad de CRF que se produzca en el hipotálamo mayor cantidad de ACTH se producirá y, por tanto, mayor cantidad de cortisol será liberado desde las glándulas suprarrenales. En definitiva, el CRF viene a ser el verdadero director de orquesta del estrés.

Las señales de estrés funcionan de forma diferente

En el estudio de la doctora Valentino se observó que las ratas hembras eran más sensibles a las Enlaceseñales emitidas por la corticotropina, lo cual provocaba que se liberara mayor cantidad de cortisol.

Por otra parte, los científicos descubrieron que los machos tendían a adaptar sus mecanismos cerebrales para enfrentarse a situaciones estresantes de una forma más eficiente. Para ello reducían el número de receptores CRF -respuesta adaptativa que recibe el nombre de internalización- de forma que aunque se liberase CRF en el hipotálamo su acción sobre la hipófisis fuera menor. Esta modificación hacía a los machos más resistentes a las situaciones de estrés, adaptación que no conseguían las ratas hembras.

Este estudio abre una ventana a trabajos farmacológicos, ya que se pueden estudiar las diferencias de género en el efecto de fármacos antagonistas del CRF a nivel molecular, como tratamiento de los trastornos psiquiátricos relacionados con el estrés.

En definitiva, las mujeres son más vulnerables al estrés y esto se debe a que son más sensibles a la acción de la corticotropina y, a diferencia del varón, a que no son capaces de adaptarse al estrés reduciendo el número de receptores de CRF.

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